En este blog, le mostraremos los problemas más comunes que puede enfrentar en su hogar debido a las plagas. Le daremos consejos prácticos y efectivos para prevenir y eliminar estos invasores indeseados. Esperamos que encuentre útil esta información y que pueda disfrutar de un hogar más limpio y saludable.

Garrapatas y pulgas

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En este artículo vamos a explicar las principales características, diferencias y similitudes entre las garrapatas y las pulgas, así como los métodos más eficaces para combatirlas. También veremos algunos consejos para mantener a nuestros animales protegidos y saludables frente a estos parásitos.


¿Qué son las garrapatas?

Las garrapatas son arácnidos que pertenecen a la familia de los ácaros. Tienen un cuerpo aplanado ventralmente y cuatro pares de patas. Su tamaño varía según la especie y el estado de desarrollo, pero pueden llegar a medir hasta 1 cm de longitud cuando están llenas de sangre.

Las garrapatas tienen un ciclo de vida complejo que consta de cuatro fases: huevo, larva, ninfa y adulto. Cada una de estas fases requiere de una alimentación sanguínea para poder pasar a la siguiente. Las garrapatas pueden cambiar de hospedador en cada fase o permanecer en el mismo durante todo su ciclo.

Las garrapatas se adhieren a la piel de sus hospedadores mediante un aparato bucal llamado hipostoma, que tiene forma de maza y ganchos dirigidos hacia atrás. Esto les permite anclarse firmemente y succionar la sangre durante varios días. Algunas especies también segregan una sustancia cementante que refuerza su fijación.

Las garrapatas pueden parasitar a diversas especies animales, incluyendo aves, mamíferos y reptiles. Algunas son específicas de un solo hospedador, mientras que otras son generalistas y pueden infestar a varios. Las garrapatas también pueden afectar a los humanos, especialmente si tenemos contacto con animales infestados o con zonas donde abundan estos parásitos.

¿Qué son las pulgas?

Las pulgas son insectos sin alas que pertenecen al orden de los sifonápteros. Tienen un cuerpo aplanado lateralmente y tres pares de patas. Su tamaño oscila entre 1,5 y 3 mm de longitud. Las pulgas tienen la capacidad de saltar grandes distancias gracias a sus patas traseras modificadas.

Las pulgas tienen un ciclo de vida simple que consta de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos se depositan sobre el hospedador o en el medio ambiente donde este vive. Las larvas se alimentan de materia orgánica y se transforman en pupas dentro de un capullo protector. Las pupas pueden permanecer en estado latente durante meses hasta que detectan la presencia de un hospedador potencial mediante estímulos como el calor, el movimiento o el dióxido de carbono. Entonces emergen los adultos, que se alimentan de la sangre del hospedador.

Las pulgas son parásitos específicos que solo parasitan a una especie animal o a un grupo cercano. Por ejemplo, la pulga del perro (Ctenocephalides canis) solo afecta a los cánidos, mientras que la pulga del gato (Ctenocephalides felis) puede infestar tanto a los felinos como a otros mamíferos pequeños e incluso a los humanos.

¿Qué diferencias hay entre las garrapatas y las pulgas?

Aunque ambas son parásitos externos hematófagos, las garrapatas y las pulgas presentan diferencias significativas en su morfología, su ciclo biológico, su especificidad y su tratamiento.

- Morfología: como hemos visto, las garrapatas son arácnidos con ocho patas y un cuerpo aplanado ventralmente, mientras que las pulgas son insectos con seis patas y un cuerpo aplanado lateralmente. Las garrapatas tienen un aparato bucal con forma de maza y ganchos, mientras que las pulgas tienen unos maxilares que les permiten perforar la piel del hospedador. Las garrapatas pueden variar mucho de tamaño según su estado de desarrollo y alimentación, mientras que las pulgas mantienen un tamaño constante.

- Ciclo biológico: las garrapatas tienen un ciclo de vida complejo que consta de cuatro fases: huevo, larva, ninfa y adulto. Cada fase requiere de una alimentación sanguínea para pasar a la siguiente. Las garrapatas pueden cambiar de hospedador en cada fase o permanecer en el mismo durante todo su ciclo. Las pulgas tienen un ciclo de vida simple que consta de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos se depositan sobre el hospedador o en el medio ambiente donde este vive. Las larvas se alimentan de materia orgánica y se transforman en pupas dentro de un capullo protector. Las pupas pueden permanecer en estado latente durante meses hasta que detectan la presencia de un hospedador potencial. Los adultos se alimentan de la sangre del hospedador.

- Especificidad: las garrapatas pueden parasitar a diversas especies animales, incluyendo aves, mamíferos y reptiles. Algunas son específicas de un solo hospedador, mientras que otras son generalistas y pueden infestar a varios. Las garrapatas también pueden afectar a los humanos, especialmente si tenemos contacto con animales infestados o con zonas donde abundan estos parásitos. Las pulgas son parásitos específicos que solo parasitan a una especie animal o a un grupo cercano. Por ejemplo, la pulga del perro solo afecta a los cánidos, mientras que la pulga del gato puede infestar tanto a los felinos como a otros mamíferos pequeños e incluso a los humanos.

- Tratamiento: hay muchos tratamientos antiparasitarios en el mercado para tratar y prevenir las infestaciones por pulgas y/o garrapatas. Pero hay que tener en cuenta que la pulga es un insecto mientas que la garrapata es un ácaro. Por este motivo, algunos productos eficaces contra pulgas no funcionan contra las garrapatas y viceversa. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de elegir el tratamiento o la prevención, y optar por productos que con componentes que o bien tengan esta doble actividad, o bien combinen un insecticida más un acaricida. Algunos principios activos comunes son el fipronilo, la permetrina, el piriproxifeno y el diazinón.


¿Qué similitudes hay entre las garrapatas y las pulgas?

A pesar de sus diferencias, las garrapatas y las pulgas también comparten algunas características comunes:

- Ambas son parásitos externos hematófagos que se alimentan de la sangre de sus hospedadores.

- Ambas pueden transmitir diversas enfermedades a los animales y a los humanos, como la ehrlichiosis, la anaplasmosis, la babesiosis, la borreliosis, la rickettsiosis, la bartonelosis, el tifus murino o la peste bubónica.

- Ambas producen infestaciones con carácter estacional. Las pulgas suelen tener una mayor prevalencia en las áreas geográficas con humedades altas y temperaturas medias. En el caso de las garrapatas, su población aumenta en los meses cálidos (primavera y verano) y empieza a decaer en otoño.

¿Cómo prevenir y combatir las infestaciones por garrapatas y pulgas?


Para prevenir y combatir las infestaciones por garrapatas y pulgas es importante seguir una serie de medidas:


- Mantener una buena higiene de las mascotas y del hogar. Es recomendable bañar a las mascotas con regularidad y cepillar su pelo para eliminar posibles parásitos. También se debe limpiar el entorno donde viven las mascotas, aspirando los muebles, alfombras y rincones donde puedan esconderse las garrapatas y pulgas.

- Utilizar productos antiparasitarios adecuados para cada tipo de mascota. Existen diferentes opciones de productos antiparasitarios, como collares, pipetas, sprays o pastillas, que pueden ayudar a prevenir y eliminar las infestaciones por garrapatas y pulgas. Es importante consultar con el veterinario cuál es el producto más adecuado para cada mascota, teniendo en cuenta su edad, peso y estado de salud.

- Revisar periódicamente a las mascotas en busca de signos de infestación. Se debe examinar el cuerpo de las mascotas, especialmente en las zonas más sensibles como las orejas, el cuello, las axilas o el abdomen, para detectar si tienen garrapatas o pulgas. Si se encuentran estos parásitos, se deben retirar con cuidado utilizando unas pinzas o un aparato especial para extraer garrapatas. No se debe tirar ni aplastar las garrapatas, ya que pueden liberar sustancias que pueden causar infecciones o alergias.

- Acudir al veterinario en caso de sospecha o confirmación de infestación. Si se observa que la mascota tiene síntomas como picor, irritación, pérdida de pelo, anemia o fiebre, se debe acudir al veterinario para que le realice un diagnóstico y le prescriba el tratamiento más adecuado. Algunas enfermedades transmitidas por las garrapatas y pulgas pueden ser graves tanto para las mascotas como para las personas, por lo que es fundamental actuar con rapidez y eficacia.

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